La forma adecuada de utilizar los antibióticos es un pilar fundamental en la salud global, su importancia radica en el impacto directo en la calidad de vida de las personas y en la sostenibilidad de los sistemas de salud. Por ello, desde el próximo 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos, iniciativa que pretende aumentar la conciencia mundial en torno a la resistencia a los antibióticos y estimular mejores prácticas para garantizar tratamientos efectivos y un mejor control de las infecciones a largo plazo.
Pero, ¿qué es la resistencia a los antimicrobianos?
Se produce cuando las bacterias, los virus, hongos y parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones y aumenta el riesgo de propagación de las enfermedades. Como consecuencia de la farmacorresistencia, los antibióticos y otros medicamentos antimicrobianos se vuelven ineficaces, por lo que las infecciones son cada vez más difíciles de tratar.
“El uso indiscriminado de antibióticos es un problema que cada día afecta más a los mexicanos. Es un factor importante para el desarrollo de resistencia bacteriana, por esta razón es necesario que se oriente al paciente para que el uso de antibióticos se haga de manera racional, así como un cumplimiento del tratamiento adecuado” mencionó la Dra. Mayra Alejandra Bonilla Reyna, especialista en Medicina pediátrica e infectología.
¿Por qué la automedicación afecta al organismo?
La automedicación puede propiciar a largo plazo alergias y resistencia a los antibióticos, situación que resulta preocupante, ya que, con el paso del tiempo, surgirán nuevas bacterias o parásitos que no responderán a los efectos terapéuticos de los medicamentos.
Además, tomar medicamentos sin receta médica puede ocultar ciertas enfermedades, ya que los fármacos pueden aliviar algunos signos que son relevantes para un diagnóstico preciso. De igual manera, existe la posibilidad de que los síntomas se confundan, lo que lleva a un tratamiento inadecuado, que con el tiempo, se volverá ineficaz para el organismo.
“Los problemas de la automedicación es que, en unos años no podremos controlar las infecciones que se están desarrollando, las bacterias se volverán más resistentes a múltiples antibióticos, dos o tres medicamentos no serán suficientes y esto puede generar mayores complicaciones en el organismo” mencionó Dra. Mayra Bonilla, especialista en Medicina pediátrica e infectología.
Si no te lo prescriben, no te lo tomes.
Existe una amplia discusión entre los medicamentos de patente y los genéricos, en esencia ambos tienen el mismo compuesto, sin embargo, hay información importante que se debe tomar en cuenta cuando el médico prescribe el tratamiento, por ejemplo, horarios, excipientes, formulación y manera de conservar el fármaco.
Por un lado, los medicamentos genéricos son conocidos por tener un precio más bajo que en algunas ocasiones es más del 50% de lo que cuesta un tratamiento de patente, que se diferencia por tener una mayor investigación e innovación médica, haciendo que los tratamientos sean más exactos, efectivos y de mayor durabilidad dentro de su empaque.
Es una realidad que los genéricos se comercializan y se usan comúnmente, no obstante, es importante generar conciencia de estos aspectos tan relevantes cuando se toma un medicamento.
En resumen, el uso indiscriminado de antibióticos es un problema de salud pública que amenaza la eficacia de estos medicamentos y pone en riesgo la capacidad de tratar infecciones comunes y graves en la actualidad. La resistencia antimicrobiana es una realidad que requiere una acción responsable por parte de profesionales de la salud y pacientes.
Además, es imperante tomar decisiones informadas con médicos para garantizar el tratamiento más adecuado, garantizando la salud y el bienestar de los pacientes en todo momento.