Ha salido el sol, el tiempo es cálido y los destinos vacacionales rebosan vida. Se puede sentir a través de esta estación el crecimiento, la madurez, el calor y la aventura. ¿Pero qué representa el verano? ¿Cuál es su significado?
El verano es una época rebosante de energía y vida. Como tal, el verano ha llegado a representar el optimismo, el positivismo, la esperanza en el futuro y la alegría. A diferencia del invierno, que señala el final, del otoño, que anuncia el principio del fin, y de la primavera, que simboliza el comienzo de un nuevo comienzo, el verano representa la vida y las infinitas oportunidades que aguardan.
En la literatura, el verano suele simbolizar la alegría, la aventura, la plenitud, la aceptación de uno mismo y la búsqueda del amor que celebran la belleza, el calor y el crecimiento propios de la estación.
En cualquier cultura, el verano es una época rebosante de energía y vida. Representa la ocasión para recibir el calor del sol que nos permite fortalecernos y revitalizarse a nosotros mismos y a nuestro alrededores.
Dentro de un ámbito humano, el verano es una época mágica para el desarrollo personal. Es la estación de encontrarse a uno mismo. De probar cosas nuevas. De salir con los amigos durante horas e ir de aventuras.
El verano en una fragancia se encuentra representada en Dylan Purple. Es una explosión olfativa de color púrpura inspirada en la frescura y majestuosidad italiana. En palabras de la marca Versace, la esencia inspira un verano sin fin, del amanecer al atardecer, para siempre Versace.
Con la llegada de la freesia morada crea una apertura fresca, afrutada y adictiva que rinde homenaje a los helados de Italia y a sus icónicos cítricos. El corazón floral representa una puesta de sol junto al agua; reflejos morados y una suave brisa perfumada.
El aroma, creado por el perfumista Christophe Raynaud, es fresco, delicado, vibrante y seductor. La composición floral-afrutada abre con notas chispeantes de naranja amarga y bergamota de Italia, pera. Se envuelve con un embriagador aroma de fresia morada y moléculas de pomarosa, mahonial y concluye con la potencia elegante del iso-e-super, ambroxan, belambre y sylkolide. Raynaud creó esta fragancia como una invitación a viajar.
