La industria del vino mexicano se ha ido consolidando en los últimos años. Durante 2021 se registró un consumo de un millón de hectolitros, mientras que el consumo per cápita es de un litro por persona. Con estos datos, el país se coloca como uno de los de mayor potencial en el mundo.
Esta tendencia positiva ha convertido a México en el undécimo productor mundial de uva pasa y en el décimo cuarto en uva de mesa. En la última década, la producción de vino nacional se ha mantenido en torno a los 400 mil hectolitros, cifra que posiciona al país como el vigésimo tercer productor mundial.
El Consejo Mexicano Vitivinícola destaca que una de las ventajas de los vitivinicultores mexicanos, es que, al ser una industria relativamente joven, le permite ensayar en la composición de uva y calidad del vino.
En especial, el Estado de Guanajuato se ha posicionado desde hace algún tiempo como uno de los productores de vino más importantes de México, siendo ya el número 4 a nivel nacional, con cerca de 400 hectáreas de vid plantadas en el estado a través de 32 viñedos.
Las características agroclimáticas de Guanajuato imprimen un carácter único al vino ya que la altitud de entre 2,000 y 2,400 metros sobre el nivel del mar, disminuye las temperaturas y enfrían las noches, lo que implica que la uva tendrá un potencial de frescura, acidez fresca y crispante que le darán a los vinos, elegancia, potencial de guarda y niveles alcohólicos moderados.
Lo anterior ha llevado a que recientemente, la región del Bajío mexicano destacará en, Citadelle du Vin, uno de los 5 concursos internacionales de vino más importantes del mundo.
En el certamen, Cuna de Tierra, primera vinícola de Guanajuato, obtuvo tres preseas, dos de ellas, los primeros grandes oros para México en la historia y la tercera un oro. “Esto habla de la constancia y dedicación por mantener y mejorar la calidad de sus vinos ya que fue la primera bodega de vinos de Guanajuato” destacó Ricardo Vega, presidente de la Asociación de la Uva y Vino de Guanajuato y Propietario de Cuna de Tierra.
Entre las etiquetas galardonadas se encuentra, Cuna de Tierra Cabernet Sauvignon, etiqueta que además del gran oro, fue acreedor al premio especial: Vino varietal Cabernet Sauvignon, por la Kedge Wine School, referente internacional para la formación de los futuros managers del sector vino y bebidas espirituosas en Francia. Mientras que Cuna de Tierra Nebbiolo ganó el premio especial del jurado, fue nombrado el vino con la mejor puntuación en cada país en Liza; como mejor vino de México.
Vega destacó que las características únicas del terruño de Dolores Hidalgo, Guanajuato, sumado a la pasión y empeño de los trabajadores del campo y la maestría y experiencia del reconocido enólogo mexicano Juan Manchón, que se consolida como uno de los principales exponentes de la moderna enología mexicana, hacen de estos vinos un orgullo para la nación.
Esto muestra un panorama donde el vino mexicano puede consolidarse como un sector potencial en la economía mexicana, ya que no solo los datos duros lo respaldan sino también los premios, que aseguran una industria vitivinícola excepcional la cual con el apoyo suficiente podría llegar a ser un aportador considerable al crecimiento del PIB mexicano.
